Una de las sorpresas bonaerenses, además de la victoria conseguida por María Eugenia Vidal, fueron los triunfos en los municipios.
Sobre 135 distritos en total, casi la mitad apostó a la coalición que armaron el PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica, con 64, cifra que modifica el panorama en la principal plaza electoral del país. Por su parte, el Frente para la Victoria ganó en 57, UNA en 10 y las restantes Intendencias locales quedaron en manos de diferentes expresiones vecinalistas.
De las 64 obtenidas por Cambiemos, 41 corresponden a dirigentes del radicalismo y los 23 restantes a macristas. Aunque con dos aclaraciones: entre los primeros está incluido Gustavo Posse de San Isidro, que es originario de la UCR y luego coqueteó con el PRO, recaló en el Frente Renovador y volvió a las huestes de Mauricio Macri este año, ya con Cambiemos virtualmente consumado, y el reelecto Intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, cuenta como "amarillo" a pesar de sus orígenes vinculados con la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
Distritos que ya estaban en manos de Cambiemos o, en todo caso, de los tres partidos que integran la fuerza actualmente son: Luján, San Isidro, Vicente López, Pergamino, 9 de Julio, Ayacucho, Dolores, General Guido, San Cayetano, Tandil, Adolfo Alsina, Coronel Dorrego, Puán, Saliquelló, General Alvear, Rivadavia, Pellegrini y Saladillo.
En definitiva, de los 64 triunfos, hay sólo 18 que estaban en manos de estos sectores, especialmente el radicalismo. Entre ellos sobresalen algunas "caras nuevas", es decir candidatos que asumirán en diciembre pero en reemplazo de jefes comunales del mismo color político. Pasa en Pergamino con Javier Martínez, que reemplaza a Héctor Gutiérrez; 9 de Julio con el macrista Mariano Barroso, que irá en lugar del radical Walter Batistella, luego que este último cayera en la interna de agosto; Raúl Reyes en Coronel Dorrego, otro radical, que entrará en lugar de su correligionario Fabián Zorzano; Jorge Hernández en Saliquelló, por Osvaldo Cattáneo, otros dos de la UCR; también en Saladillo, donde el radicalismo venía de perder las legislativas del 2013 y el alcalde actual, Ricardo Gorosito, cayó estrepitosamente en las PASO, cediéndole el trono a otro de su partido que revitalizó la oferta a tiempo, José Luis Salomón; además de Rivadavia, donde la Municipalidad será para Miguel Reynoso, en reemplazo por Sergio Buil, que iba como candidato a diputado nacional y no buscaba la reelección; y el caso de Guillermo Pacheco, que ganó en Pellegrini en lugar de Miguel Ángel Pacheco.
El resto ya estaba en el poder, logrando la reelección. Tales los casos de Oscar Luciani en Luján y Jorge Macri en Vicente López, ambos desde 2011, u otros con recorrido más largo como Gustavo Posse en San Isidro, que comanda desde 1999 (con el agregado que su padre, Melchor Posse, había ocupado el mismo cargo en los 16 años anteriores, es decir entre 1983 y 1999) y Miguel Lunghi en Tandil.
Los otros 46 casos son distintos porque representan comunas donde no gobernaba Cambiemos, sino que el frente opositor venció a los intendentes vigentes. Por ejemplo, uno que resalta es Martiniano Molina en Quilmes, donde dejó atrás 8 años de pésima gestión a cargo de Francisco Gutiérrez, y una joya de la jornada marcada por la victoria en tierras de Lanús por apenas un punto, que quedó en manos de Néstor Grindetti -ministro de Economía porteño y armador en la Tercera Sección Electoral- y despertó sinsabores en todo el kirchnerismo más duro, tras la discreta actuación de Julián Álvarez, de La Cámpora.
Otro caso comentado es Morón, donde el marido de María Eugenia Vidal, Ramiro Tagliaferro, terminó con 16 años de sabbatellismo. O Pilar, donde Nicolás Ducoté sorprendió con su triunfo sobre Humberto Zúccaro o el histórico triunfo de Diego Valenzuela en Tres de Febrero, los pagos de un Hugo Curto camino a redondear 24 años de gestión.
En San Vicente, por otra parte, Mauricio Gómez acabó con los sueños de Diego Barrale, el verdugo de Daniel Di Sabatino en las primarias.
El interior también trajo sorpresas, como en Bahía Blanca (ganó Héctor Gay), Olavarría (Ezequiel Galli pone punto final a la dinastía Eseverri), mientras que el massismo perdió sus dos espadas en la Cuarta Sección Electoral, Junín (Mario Meoni no pudo con el avance de Pablo Petreca) y General Villegas (donde Gilberto Alegre pasó a los recuerdos frente a la opción que proponía Eduardo Campana). O Mar del Plata (que fue para el polémico Carlos Arroyo) y Pinamar (ahora para Martín Yeza).
Y cómo no mencionar, obviamente, el destrono que sufre Pablo Bruera después de caer por 12 puntos ante el macrista Julio Garro, que lleva años trabajando junto con el PRO.
Los otros casos donde ganó Cambiemos y destronó a los oficialismos vigentes son: Sebastián Abella (Campana), Darío Kubar (General Rodríguez), Alejandro Federico (Suipacha) y Javier Olaeta (Arrecifes). También Fernanda Antonijevic (Baradero), Claudio Rossi (Rojas), Cecilio Zalazar (San Pedro), Javier Martínez (Pergamino), Jorge Etchegaray (Lobos), Gonzalo Peluso (Magdalena), Jorge Nedela (Berisso) y Oscar Cappelletti (Brandsen).
A estos hay que sumar: Vicente Gatica (Bragado), Raúl Salas (Carlos Tejedor), Víctor Aíola (Chacabuco), Calixto Tellechea (Florentino Ameghino), Érica Revilla (General Arenales), Salvador Serenal (Lincoln), Miguel Fernández (Trenque Lauquen), Franco Flexas (General Viamonte), Osvaldo Dinápoli (General Belgrano), Esteban Santero (General Madariaga), Ramón Canosa (Las Flores), Arnaldo Harispe (Lezama), Juan Fioramonti (Lobería), Matías Rapallini (Maipú) y también Carlos Ronda (Mar Chiquita).
Además, sobresalen Maximiliano Suescún (Rauch), Mariano Uset (Coronel Rosales), Roberto Palacio (Coronel Suárez), Martín Randazzo (General La Madrid), José Zara (Patagones) y Sergio Bordón (Tornquist).
De los 46 "nuevos" triunfos, 38 fueron en distritos que gobernaba el Frente para la Victoria y 8 donde conducían otras fuerzas: venció al Frente Renovador en Junín, General Villegas, General Viamonte, Magdalena, Trenque Lauquen y Bahía Blanca -en todos los casos, los jefes comunales fueron electos en 2011 con la lista del FpV, porque el FR, como tal, no existía en 2011- y a los vecinalismos de Pinamar y Coronel Rosales.
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